Red Hat forma parte de la lista de las empresas más innovadoras del mundo de Forbes por quinta ocasión

Red Hat fora parte una vez más en la lista de “Las empresas más innovadoras” de la revista Forbes. Con esta suman ya cinco ocasiones en que son incluidos en esta lista: 2012, 2014, 2015, 2016 y 2017. Este año, la empresa se ubicó en el puesto 23, un avance de dos posiciones respecto al año pasado, cuando ocupó el lugar 25. Hace pocas semanas Red Hat figuró también en la lista Global 2000 de Forbes, que reconoce a las empresas más grandes del mundo que cotizan en bolsa. Es la primera vez que la empresa aparece en este ranking y la primera vez que se considera a una empresa de software de código abierto.

“Creemos que con esto se reconoce no sólo a los colaboradores de Red Hat de todo el mundo, sino también a las comunidades open source que impulsan la innovación. Desde el cómputo en la nube, los contenedores y la automatización, hasta el Internet de las Cosas, Big Data, la inteligencia artificial y el machine learning, entre otros, el código abierto desempeña un rol fundamental y ayuda a definir el futuro de la TI” afirma la empresa en un comunicado. “A lo largo de casi 25 años hemos demostrado nuestra convicción de que el open source es la fuente de la mejor innovación. Lo hemos acercado al ámbito empresarial y hoy dirigimos nuestros esfuerzos a crear las tecnologías del mañana. Impulsamos continuamente su evolución y nos enorgullece colaborar con clientes de todo el mundo, ayudándoles a diseñar soluciones tecnológicas modernas y flexibles basadas en él”.

El ranking “Las empresas más innovadoras” se conforma en función del valor adicional de las empresas o “innovation premium”, al cual Forbes describe como la diferencia entre la capitalización bursátil y el valor neto actual de sus flujos caja generados por sus negocios (sobre la base de un algoritmo de la plataforma de gestión de inversiones HOLT de Credit Suisse). Lo que hace que esta metodología refleje no sólo la capacidad de innovar en la actualidad, sino también el “presentimiento razonado” de los inversores de que las empresas cuentan con el potencial de innovar en el futuro.