Vertiv anticipa la llegada del centro de datos de 4ª generación como parte de las tendencias de 2018. Una mayor dependencia en el extremo de la red y una mayor importancia de los proveedores de co-ubicaciones impulsan el desarrollo

 

Los centros de datos de próxima generación traspasarán los límites actuales: integraran a la perfección instalaciones centralizadas con un extremo de la red más inteligente y crítico para las empresas. Estos centros de datos de 4ª generación están emergiendo y se convertirán en el modelo de las redes de computación de la década de 2020. El advenimiento de estos centros de datos dependientes del extremo de la red es una de las cinco tendencias de centros de datos identificadas para 2018 por un panel de expertos global de Vertiv, anteriormente Emerson Network Power.

“La evolución del extremo de la red, impulsada en gran parte por la adopción del Internet de las Cosas, está repercutiendo en la industria de los centros de datos en la misma medida en que lo hizo la introducción de la nube,” comentó Rob Johnson, director ejecutivo y presidente de Vertiv. “Como vimos entonces, las implicaciones de un cambio tan trascendental tienen un largo alcance y, en algunos casos, resultan impredecibles. La única certeza es que las expectativas siguen siendo las mismas: un servicio fluido, inmediato e ininterrumpido”.

Pronósticos anteriores de Vertiv identificaron, entre otras, tendencias vinculadas a la nube, a sistemas integrados, a seguridad de las infraestructuras y más. A continuación detallamos cinco tendencias esperamos repercutan en el ecosistema de los centros de datos durante 2018:

  1. Surgimiento del centro de datos de 4ª generación: no importa si se trata de gabinetes de TI tradicionales o de microcentros de datos de 140 metros cuadrados, las organizaciones dependen cada vez más de la computación en el extremo de la red. El centro de datos de 4ª generación integra de forma holística y armoniosa computación básica y en el extremo de la red, lo cual eleva estas nuevas arquitecturas a una categoría más allá de simples redes distribuidas.
    Esto está ocurriendo con arquitecturas innovadoras que ofrecen una capacidad cercana al tiempo real en módulos escalables y económicos que aprovechan soluciones optimizadas de gerenciamiento térmico, fuentes de alimentación de alta densidad, baterías de iones de litio y unidades de distribución de energía avanzadas. Las avanzadas tecnologías de gestión y monitoreo se suman a todo esto, y permiten que cientos o incluso miles de nodos de TI operen en conjunto para reducir la latencia y los costos inciales, aumentar las tasas de utilización, eliminar la complejidad y permitir que las organizaciones añadan capacidad de TI conectada en red cuándo y dónde la necesiten.
  2. Los proveedores de servicios en la nube se pasan a la coubicación: la adopción de la nube se está produciendo con tal rapidez que en muchos casos los proveedores de este tipo de servicios se ven incapaces de satisfacer las demandas de capacidad. En realidad, algunos ni siquiera lo intentarán. Preferirán centrarse en proveer servicios y en otras prioridades antes que en la construcción de nuevos centros de datos y acudirán a las coubicaciones para satisfacer sus demandas de capacidad.
    Al centrarse en el desempeño y la escalabilidad, la coubicación puede satisfacer la demanda con mayor rapidez al mismo tiempo que impulsa la reducción en los costos. La proliferación de las coubicaciones también permite a los proveedores de servicios en la nube elegir socios en lugares que se ajustan a la demanda del usuario final, donde pueden operar como instalaciones en el extremo de la red. La coubicación responde al ofrecer secciones de sus centros de datos para servicios en la nube o al construir instalaciones completas para ajustarse a las necesidades.
  3. Reconfiguración de la clase media de los centros de datos: no es ningún secreto: las mayores áreas de crecimiento en el mercado de centros de datos están en las instalaciones a hiperescala (por lo general proveedores de coubicaciones o de servicios en la nube) y en el extremo de la red. Con el crecimiento de los recursos en las coubicaciones y en la nube, los operadores de centros de datos tradicionales tienen ahora la oportunidad de reimaginar y reconfigurar sus instalaciones críticas para las operaciones locales.
    Las organizaciones con varios centros de datos seguirán consolidando sus recursos internos de TI, y probablemente pasarán lo que puedan a la nube o a centros en coubicaciones. También reducirán el tamaño de sus instalaciones y aprovecharán las configuraciones de rápida implementación y escalabilidad. Estas nuevas instalaciones serán más pequeñas, pero más eficientes y seguras, con alta disponibilidad, coherentes con la naturaleza crítica que estas organizaciones buscan proteger.
    En partes del mundo donde la adopción de la nube y de las coubicaciones es más lenta, se espera que las arquitecturas de nube híbrida constituyan el siguiente paso, al unir recursos de TI de su propiedad más protegidos con una nube pública o privada para reducir costos y gestionar los riesgos.
  4. La alta densidad llega (por fin): la comunidad de centros de datos lleva una década prediciendo un pico en las densidades de potencia de los racks, pero esos aumentos han sido como mucho incrementales. Esto está cambiando. Si bien las densidades por debajo de los 10 kW por rack siguen siendo la norma, las implementaciones de 15 kW no son poco habituales en instalaciones a hiperescala y algunas se mueven lentamente hacia los 25 kW.
    ¿Por qué ahora? La introducción de sistemas de computación hiperconvergentes y su amplia adopción constituyen el principal impulsor. Las coubicaciones, por supuesto, hacen especial hincapié en el espacio de sus instalaciones y unas elevadas densidades en los racks pueden significar mayores ingresos. Y los avances en las tecnologías de servidores y chips para ahorrar energía solo pueden demorar lo inevitable. Sin embargo, hay motivos para creer que un movimiento general hacia densidades más altas puede verse más como una marcha lenta y constante que como una carrera de 100 metros. Las densidades significativamente mayores pueden cambiar de manera determinante el factor de forma de los centros de datos, desde la infraestructura de eléctrica hasta el modo en que las organizaciones refrigeran entornos de mayor densidad. La alta densidad se está acercando, pero probablemente llegará (bastante) después de 2018.

 

  1. El mundo reacciona con respecto al extremo de la red: a medida que más empresas mueven su computación hacia el extremo de la red, es necesario evaluar de forma crítica las instalaciones que albergan estos recursos periféricos y la propiedad de los datos incluidos en ellos. Esto incluye el diseño físico y mecánico, la construcción y la seguridad de las instalaciones periféricas, y complicadas cuestiones relacionadas con la titularidad de los datos. Gobiernos y organismos normativos de todo el mundo se verán cada vez más ante el reto de tener en cuenta estos problemas y actuar respecto a ellos.
    Mover los datos de todo el mundo a la nube o a una instalación centralizada y de vuelta para su análisis es demasiado lento y complicado, por lo que cada vez más clústeres de datos y capacidades analíticas se sitúan en el extremo de la red. Esto incluye distintas ciudades, estados o países, y no necesariamente el lugar de la sede de la empresa. ¿Quién es el dueño de los datos y qué está autorizado a hacer con ellos? El debate sigue vivo, pero en 2018 esas conversaciones avanzarán hacia un curso de acción y hacia respuestas.