Una investigación de Kaspersky muestra cómo, a más de dos años de la llegada del Covid-19, la confianza de los cibernautas respecto al uso y la seguridad de sus contraseñas ha aumentado. En Latinoamérica, más de la mitad de los internautas confía en que sus contraseñas no han sido expuestas en Internet, mientras uno de cada cinco admite haber sufrido el hackeo de por lo menos una de sus cuentas en línea

Si hay algo que la pandemia ha provocado es una necesidad imperiosa de conexión, obligando, no sólo a los nativos digitales y a los usuarios habituales a aumentar la cantidad de trámites y acciones en la web, sino que también a aquellos que se resistían o alegaban desconocimiento de esta nueva realidad. Conectarse para saber de la familia y amigos, realizar trámites bancarios, asistir a clases e, incluso, para una cita médica; la emergencia sanitaria nos obligó a todos a crear, por lo menos, un perfil y una clave. Sin embargo, la mayoría de los usuarios carece de buenos hábitos digitales, especialmente en cuanto a la creación y resguardo de estas. 

Utilizar la misma clave de acceso en todas nuestras cuentas puede resultar muy cómodo, pero es una práctica que puede conllevar graves consecuencias, pues pone todos nuestros datos en jaque. Lo mismo si, a modo de recordatorio, se guardan en el navegador, se escriben en una agenda o se comparten con familiares con el objetivo de recuperarlas si se nos olvidan. Elaborarlas usando nuestra fecha de nacimiento, nuestra dirección o el nombre de nuestros hijos, también son errores muy comunes y que nos pueden costar caro”, explica Fabio Assolini, analista senior de seguridad para América Latina en Kaspersky.

Según el estudio La infodemia y su impacto en la vida digital“ de Kaspersky, en asociación con CORPA, existe una excesiva confianza en el uso de contraseñas entre los internautas de la región. De los usuarios latinoamericanos encuestados, el 60% confía en que sus claves de acceso no han sido potencialmente expuestas en la web, siendo los brasileños (69%), mexicanos (61%) y peruanos (60%) los más confiados, mientras los argentinos (58%), colombianos (56%) y chilenos (54%) le siguen de cerca. 

Estos datos revelan un falso sentido de seguridad si se consideran las graves filtraciones de datos que han afectado a diversas plataformas a nivel global. Un claro ejemplo es lo que sucedió con Facebook en abril de 2021, cuando se filtraron datos de más de 50 millones de usuarios en la región, entre los cuales figuraban números de identificación personal (ID), números de teléfono asociados a las cuentas y contraseñas.

“Las contraseñas son lo más importante en nuestra vida digital. Son como un candado o una cerradura que limita el acceso a nuestros datos personales, a nuestro dinero y protege nuestra reputación. Por lo tanto, no podemos confiar ni relajarnos”, comenta Assolini. “Todos tenemos información relevante que debemos cuidar y es muy fácil que sea vulnerada si no tomamos todas las precauciones. Hay que recordar que los ciberdelincuentes están al acecho permanentemente, revisando nuestras debilidades y viendo en qué nos equivocamos para transgredir nuestra intimidad digital”.

Para resguardar tu seguridad y no cometer errores relacionados al uso de las contraseñas, los expertos de Kaspersky recomiendan:

·        Utiliza al menos 16 de caracteres e incluye letras mayúsculas, minúsculas, números y símbolos.

·        Crea claves únicas. El riesgo de filtración de datos siempre es muy alto y se compromete la seguridad de todas las cuentas al utilizar sólo una.

·        Cámbialas constantemente, cada 3 meses es lo recomendable, para.

·        Elabora contraseñas que tengan una lógica o un sentido que te permita recordarlas.

Utiliza herramientas como Kaspersky Password Checker, que permite comprobar si una contraseña es fuerte, y Kaspersky Password Manager, que ayuda a crear claves seguras, las administra y las mantiene a salvo para utilizarlas cuando sea necesario.

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